Quién no conoce la historia bíblica, de
fe y de espiritualidad de Jesús el hijo de Dios, aun mas cuando tenemos en las
semanas venideras, la conmemoración de su nacimiento en un establo, llamada la
Navidad.
Nuestra sociedad salvadoreña ante la
decadente política y vida social convulsionada, se mantiene bajo las bases de
una fe en sus diversidades religiosas. Las iglesias estampan en las personas
cierto grado de principios morales, éticos y espirituales que hacen un fuerte contrapeso
ante una realidad más cercana a lo que se vivió entre Sodoma y Gomorra.
Las religiones con mayor peso en El
Salvador se la disputan los evangélicos y los católicos y muy de cerca los
testigos de Jehová, los Mormones, etc. Cada uno de estos grupos tiene una
similitud en relación a Jesús como el hijo de Dios que murió en la cruz por
nuestros pecados.
En la libertad de culto que nos confiere
la Constitución Política, cada religión establece el como lo hacen a partir de
la Biblia y a veces auxiliándose con otros libros paralelos, pero sobresaliendo
lo más importante que es el reconocimiento pleno del significado de Jesús como
hijo de Dios y no profeta. Esta piedra angular permite que las diferencias
entre unas y otras no vayan más allá y que puedan tolerarse sin ir hasta
extremismo religioso, que en otros países lleva hasta la muerte. Mucha de
nuestra población se vuelca a las calles en las fechas sagradas como semana
Santa y en agosto el Divino Salvador del Mundo.
En la política esto debería de ser un elemento
básico esencial, por el hecho que uno esperaría que esta incidencia espiritual
en los diferentes líderes que ahora buscan el voto, los mantuviera más leales a
sus compromisos y abandonar el engaño y la mentira que los ha caracterizado,
con algunas pocas excepciones.
Si los salvadoreños fuésemos aún más
inteligentes, en ese abanico de ofertas electorales que se lanzan, una de las
cosas que debería de atraernos de cada perfil, debería de ser su acercamiento
con Dios. Quizás esto no sea la garantía pero al menos existiría más
conciencia, temor, respeto, integridad, veracidad y transparencia.
Los dones o virtudes con los que
necesitan sellarse quienes pretenden gobernarnos, deben de mantenerse en
sintonía con lo que la población cree, es decir, si un ateo administra las
diferentes gestiones del gobierno, como que la cosa se pone aún más difícil
comparándose como la bestia indomable. Como pueblo no deberíamos de ser
coincidentes con aquellos personajes que vienen con creencias de fábulas o tradiciones
extrañas, porque al final nuestra confianza y lealtad se verá traicionada. Dios
es nuestro eje Supremo por donde muchos encontramos esperanza y aliento y
cualquier otro sentido que atente en esa buena relación, haría más difícil el
camino hacia donde la mayoría queremos llevar a nuestro país.
Debemos de reconocer el doble discurso,
la doble moral, la doble cara y saber distinguir entre gente que si ama a Jesús
y que lo reconoce como el cordero del sacrificio y otros que lo traicionan,
discerniendo entre pastores de ovejas que entregan su rebaño a los lobos y
quienes en realidad aman el unir a los salvadoreños. Lo que se juegan los
salvadoreños en cada proceso electoral son avances versus retrocesos y estamos
seguros que muchos saben en qué realidad nos encontramos.
Nayib Bukele, quien aspira a una gestión
mucho más importante tiene la ascendencia de los musulmanes y no podemos
generalizar o demonizarlos, pero si debemos dejar en claro que en el otro lado
del mundo, la religión extremista prevalece y determina el rumbo de los países.
Llámeseles ortodoxos, radicales o fundamentalistas, los musulmanes no creen en
el hijo de Dios como el máximo sacrificio en la cruz por nuestras iniquidades.
En el medio oriente a los llamados cristianos los asesinan, tan solo por no
aceptar el Corán, por creer y pensar diferente.
El FMLN histórico es peor porque muchos
de sus comandantes y el grupo gerencial
que lo controla, son ateos y si unos pocos han cambiado es por la incidencia de
sus hogares y esposas. Musulmanes y ateos hoy se complementan en un proyecto
financiero ambicioso, atado a figuras como los masones y las sociedades de los
malditos como se les conoce al binomio Mauricio Funes y Antonio Saca.
Mucha de la gente musulmana es buena muy
a pesar de no ser coincidentes en muchas de sus creencias religiosas con la
sociedad salvadoreña. El profeta Mahoma y su libro sagrado les enseñan el amor
al prójimo, la oración tres veces al día, una relación cercana a Alá (Dios),
pero otro grupo extremista cree que la política es el trampolín por donde se
puede crecer vertiginosamente en las diferentes empresas y capitales que ya
poseen. Reiteramos que el grupo de la familia Bukele le apuesta al intercambio
de favores políticos para seguirse enriqueciendo, replica de lo que Nicolás
Salume hizo con Funes.
Un sabio consejo dice que nadie se
atrevería a meter un ladrón dentro de su casa y consideramos muy oportuno el
momento para analizar la inconveniencia de que gente rara llegue a tomar las
riendas de la comuna capitalina, muy a pesar de los reiterados avisos y
llamados de atención.
Un líder que es coincidente con nuestra
fe unifica y es capaz de poner en primer orden el servicio a los demás. Otros
lo que harían, es adjudicarse poder desde el espectro político para seguirse
engalanando con los manjares que ofrece el estar en el poder. Así lo hicieron
los amigos de Funes, así lo están haciendo los amigos de la dirigencia del
FMLN.
Si tiene alguna duda, lea esto:
El imán de la comunidad islámica en El
Salvador, Armando Bukele Kattán, presidió la inauguración del templo musulmán
(el tercero a nivel nacional) que propiciará un espacio para los feligreses de
esta corriente religiosa.
"Con esta obra de Dios (Alá) se
abre en Santa Ana la opción para que la población conozca acerca del Islam y su
expansión en Centro América, y de cómo se lleva a cabo la promulgación de la
palabra sagrada de nuestro Creador por medio del Corán, el libro sagrado del
Islam", informó la comunidad musulmana salvadoreña, a través de un
comunicado.
"Las personas que ya profesan el
Islam como su religión única, conocidos como musulmanes, tendrán un lugar donde
hacer sus cinco plegarias diarias o simplemente visitar este lugar santo para
encontrar esa armonía con Dios, consigo mismo y con el prójimo", agrega.
http://www.lapagina.com.sv/cultura/59088/2011/11/27/Una-mezquita-en-la-Ciudad-morena
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